martes, enero 11, 2011
Me mudo
sábado, noviembre 06, 2010
¿Dónde estará el Primer Mundo dentro de diez años?
Hace unas semanas, asistiendo a un programa de formación en el ESADE, tuve la oportunidad de asistir a una charla que nos regaló Javier Santiso sobre el reordenamiento de la riqueza hacia países emergentes. Fue una de esas charlas que recordaré durante mucho tiempo y que me hizo estar los dos días siguientes dándole vueltas a la pregunta que titula este post: ¿Estaremos en el primer mundo dentro de diez años? Más que nada, porque si la respuesta a esa pregunta no es rotundamente afirmativa, quizás sea el momento de ir haciendo maletas.
Algunos de los datos que se mostraron en esa conferencia dan que pensar. Son indicadores que apuntan hacia un movimiento de la riqueza desde los países desarrollados (OCDE) a los países emergentes, sin tomar estas dos categorías de forma absoluta, ya que encontraremos múltiples ejemplos de países que pertenecen de pleno derecho a ambas categorías, como Chile, miembro de la OCDE desde mayo de este año y claramente una economía emergente, y dicho sea de paso, con mucho que enseñar a economías supuestamente más desarrolladas en Europa.
Algo innegable es que el crecimiento económico en la actualidad se concentra en Latinoamérica y Asia, y que el gap de crecimiento existente entre el crecimiento de los países desarrollados y los emergentes cada vez es mayor.

Otro dato para analizar: si comparamos la prima de riesgo de deuda soberana de países de ambas categorías, podremos ver que la de Irlanda es mayor que la de Marruecos, o la de Italia mayor que la de China, o la de Reino Unido mayor que la de Arabia Saudí. Las cosas están cambiando, y muy rápidamente.
Si miramos a las empresas, la capitalización de empresas radicadas en países emergentes está sobrepasando ampliamente a la de gigantes europeos en todos los sectores. Algunos ejemplos: Itau sobrepasó en 2009 a BNP Paribas, China Mobile a AT&T, Tata a General Motors, Bradesco a BBVA, Gazprom a E.On... y así un largo etcétera.
Estamos observando cómo se da la vuelta al panorama inversor internacional. Actualmente hay muchos movimientos de inversión de empresas de la zona emergente en gigantes consolidados de la zona “desarrollada” y, por otro lado, se está desarrollando un merado Sur-Sur cuando tradicionalmente el mercado de inversión había pivotado sobre un esquema Norte-Sur. En 1990, el mercado Sur-Sur suponía sólo el 25% del mercado de inversión mundial. En el 2009, este mercado supone el 40%.
Está claro que tanto Brasil como Latinoamérica tienen importantes retos por delante en materia de educación, sanidad y seguridad, pero la consecuencia lógica del crecimiento de las clases medias es un mayor asentamiento de las democracias en países donde históricamente han sufrido autocracias, tal y como ya vimos en Europa y particularmente en España hace décadas. Y las democracias traen consigo estabilidad política y social y una reducción significativa de la corrupción, que es el principal problema de muchos países latinoamericanos en estos momentos.
Una cosa tengo clara: el estado del bienestar que conocemos en Europa tiene los días contados. El mejor regalo que le podemos hacer a nuestros hijos no será una licenciatura o pagarles un colegio bilingüe para que hablen perfectamente inglés (todo ayuda, claro). Posiblemente sea convertirles en ciudadanos de un mundo global educándoles para moverse allá donde haya oportunidades. Lo van a necesitar.
Y otra cosa tengo clara: esa educación se la tendremos que dar cada uno siendo ejemplo para ellos. Como nos fiemos de la política educativa de nuestro actual gobierno, lo llevamos claro. Con la que viene y nuestros hijos aprendiendo catalán, la historia del País Vasco (no la de España) y la geografía de la Comunidad de Madrid. Somos unos paletos. O nos ponemos las pilas, o nuestros hijos lo llevan crudo.
En resumen, quizás vaya siendo hora de cambiar muchos estereotipos y empezar a pensar que muchos países que hasta hace poco considerábamos tercermundistas, nos están adelantando por la izquierda, y mucho más rápidamente de lo que nos creemos. Tal vez sea hora de plantearse hacer las maletas ahora que es fácil y antes de que nos veamos obligados a hacerlo cuando sea más difícil.
martes, marzo 09, 2010
¿Y si no tuviéramos sábados y domingos?

- La primera es evidente: descansaríamos la tercera parte de nuestra vida. Más tiempo para dedicarle a nuestras familias, hobbies o lo que cada uno quiera que haga con su tiempo libre.
- No se pararía la máquina de producción. Con el sistema actual, dos días de cada siete se detiene la producción de todo el continente, salvo los sectores dedicados al tiempo de ocio de los ciudadanos. Con este planteamiento, tendríamos una producción continua y haríamos un uso más exhaustivo del capital invertido, por lo que aumentaríamos la rentabilidad no sólo de nuestro trabajo sino de las inversiones y del capital en global.
- No habría atasco de fin de semana, cosa que nos atrae fuertemente a los que vivimos en grandes urbes. Probabilísticamente hablando, saldrían un tercio de coches de las grandes ciudades cada inicio de fin de semana alfa, beta o gamma.
- El sector terciario no estaría dimensionado para picos, ya que, de nuevo, con la ley de probabilidades en la mano, todos los días de la semana serían fin de semana para alguien, por lo que la demanda de servicios sería uniforme (o con pequeñas desviaciones) a lo largo de un mes concreto.
Las implicaciones prácticas de poner esto en marcha serían inmensas, pero tendría ventajas evidentes. No sería una tarea fácil y, en un primer análisis aparecen infinidad de complicaciones obvias:
- La forma de repartir a la población en los tres grupos.
- Desviaciones aleatorias que favorezcan a un grupo frente a los otros en factores importantes para la economía como poder adquisitivo, o nivel de educación.
- Organización productiva dentro de las empresas (sobre todo PYMES) donde no haya volumen de trabajadores suficiente para que la combinación de los tres grupos sea homogénea.
… y muchas más que se te ocurrirán si le das un par de vueltas a la idea, pero reconoce que las dos ventajas principales, son de calado.
¿Te imaginas empezar el fin de semana el jueves por la tarde?
lunes, diciembre 21, 2009
Manifiesto En defensa de los derechos fundamentales en internet
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:
- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.